martes, 21 de febrero de 2012

Los Trabajadores

En  los últimos días he estado observando muy de cerca a los trabajadores de la fundición. He permanecido oculto y a la expectativa de sus acciones. Por lo visto son colocados en su actividad actual en base al tiempo que llevan de vida, conformando una jerarquía en el que el más viejo ocupa los puestos más importantes, mientras que los más jóvenes realizan tareas comunes y arduas. Incluso se rumora que algunos trabajadores han existido desde los primeros días de la empresa. Ese tiempo es incierto, la verdad desde que yo recuerdo los ruidos metálicos y el humo han existido desde siempre, eso me hace preguntarme ¿de qué clase de sombras están hechos aquellos trabajadores? ¿serán inmortales? Por ahora será complicado decirlo, la esperanza de vida detrás de cada trabajador sigue siendo un misterio.

He visto como nacen, ¿o debería decir "fabrican"?, algunos trabajadores. Los hay de muchas formas: algunos son altos, otros bajitos, con dos ojos, con tres, sin ojos, las extremidades son variadas; incluso he visto algunos nacer sin ninguna extremidad. Son unas masas gelatinosas inconsistentes que apenas y tienen ojos, lo curioso es que pueden maniobrar su cuerpo a voluntad y transformarlo en lo que ellos desean, suena muy versátil y en realidad lo es, ya que he visto que este tipo de trabajadores se vuelvan tan líquidos que se adentran en la tuberías atoradas para liberarlas de aquello que las ha atascado. Los que son más altos, a menudo son más fuertes, ellos llevan los espejos hasta la máquina y a su vez otros trabajadores los quiebran al hacer uso de su fuerza descomunal.

Resulta grato ver que cada uno desarrolla un papel específico basado en sus habilidades, aunque por otro lado no es nada bonito que casi ninguno de ellos posea un nombre. Para tener derecho a uno requieres por lo menos haber cumplido un año de vida en la fundición. ¿Y cómo saber ésto? Porque por lo que he concluido, los trabajadores cambian el color de sus ojos al cabo de doce meses de vida: de un amarillo ambarino, se vuelve un turquesa brillante y de esta manera es como se puede determinar la madurez de cada uno de los integrantes de la fundición.

Me he escabullido de nuevo en la oficina del director (menuda fuente de información ha resultado ese sitio), rebusqué en sus archivos y tras una ardua labor encontré algunos documentos que mencionan algunas caracterísitcas de los trabajadores. En primer lugar la más importante es su especie, la cual se le denomina como "Shadeeuls". ¿Shadeeuls? Hum, un nombre curioso, ¿pero de donde viene? ¿Es latín? ¿Rumano? ¿Élfico? quizá en los documentos escriba algo más sobre el origen de las criaturas.

En segundo lugar está un apartado sobre el sustento de vida de los mounstritos. Ellos no requieren comer algo tangible, sino que al momento de nacer se ligan instantáneamente a un amo. ¿Un amo? debe ser con el director seguramente, ya que todos los trabajadores sirven únicamente a él. De manera que si el amo perece todos aquellos Shadeeuls que se ligaron a él se desvanecerán dejando una mancha oscura en el suelo. Aterrador. Entonces por lógica se alimentan de lo que su amo se alimenta, si el amo enferma, lo harán los demás. Vaya, puede resultar tan práctico como perjudicial.

Por ahora son todos los documentos que hay en este archivero, será bueno que revise los demás, pero en otra ocasión, por ahora tengo que seguir documentando a los Shadeeuls, ¡Pero ya no más en la oscuridad! Ahora tengo un traje de trabajador, cosido a mano y de características idénticas. Si me fundo con ellos, descubriré más, eso ténganlo por seguro.

Hasta entonces, sigo reportando...

-Froir

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